La digestión es un proceso natural que realiza nuestro organismo para transformar los alimentos en nutrientes necesarios para su buen funcionamiento.
Una mala digestión puede repercutir en síntomas tales como nauseas, malestar estomacal, estreñimiento, gases, acidez o diarrea.
Algunos cambios en la dieta y el estilo de vida pueden tener un impacto positivo en la salud intestinal.
Estos son algunos consejos para mejorar tu digestión.
1. Comer comida sana
La dieta occidental en las últimas décadas ha evolucionado hacia una dieta rica en productos procesados, carbohidratos refinados, aditivos alimentarios y grasas saturadas. Todo ello conlleva un mayor riesgo de desarrollar trastornos digestivos.
Las dietas ricas en nutrientes nos protegen contra los trastornos y enfermedades digestivas, por lo que realizar una dieta basada en alimentos integrales y limitar la ingesta de alimentos procesados puede ser lo mejor para una digestión óptima.
2. Consumir mucha fibra
La fibra es beneficiosa para una buena digestión. La encontramos en el salvado de avena, las legumbres, las nueces y las semillas, las verduras, los cereales integrales y el salvado de trigo.
Los prebióticos son otro tipo de fibra que alimenta las bacterias intestinales saludables. Los prebióticos se encuentran en muchas frutas, verduras y cereales.
3. Agregar grasas saludables a la dieta
Una buena digestión requiere comer grasa saludable. Esto ayuda a saciar y a la absorción de nutrientes.
Las grasas saludables se encuentran en alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como las semillas de lino, semillas de chía, nueces, y los pescados grasos como salmón, caballa y sardinas. Se recomienda una ingesta de omega-3 vegana debido al estado de nuestros mares y piscifactorías, llena de elementos tóxicos como los microplásticos.
4. Mantenerse hidratado
La ingesta baja de líquidos es una causa común de estreñimiento. Se recomienda beber de 1,5 a 2 litros de líquidos que no contengan cafeína por día para prevenir el estreñimiento. Estas cantidades pueden aumentar si vivimos en un clima cálido o hacemos mucho ejercicio.
Aparte de los líquidos, se puede ayudar a la hidratación con frutas y verduras que tengan alto contenido de agua, como pepino, calabacín, apio, tomates, melones, fresas o naranjas.
5. Vigilar el estrés
El estrés puede causar síntomas como úlceras de estómago, diarrea o estreñimiento.
Cuando estamos estresados, la sangre y la energía se desvían del sistema digestivo. Nuestro intestino y nuestro cerebro están estrechamente conectados. Lo que afecta al cerebro puede también afectar a la digestión.
La meditación, la relajación, el yoga mejoran los síntomas digestivos.
6. Comer conscientemente
A menudo, cuando no pensamos en ello, comemos demasiado rápido y sin masticar lo suficiente, con lo que absorbemos menos nutrientes y aumentamos las posibilidades de provocar hinchazón, gases e indigestión.
Se recomienda comer lentamente, seleccionando cada bocado de comida, prestando atención a la textura, temperatura y al sabor.
7. Comer lentamente
Si comemos rápido comemos más de la cuenta, y esto repercute en gases, hinchazón e indigestión.
Se estima que el cerebro tarda unos 20 minutos asimilar que nuestro estómago está lleno, por lo que comer despacio es una forma de prevenir problemas digestivos comunes.
8. Moverse
El ejercicio regular es una de las mejores formas de mejorar la digestión. La gravedad ayuda a que los alimentos viajen a través del sistema digestivo de arriba a abajo. Caminar 30 minutos puede mejorar síntomas como el estreñimiento.
9. Dejar los malos hábitos
Los malos hábitos como fumar, beber alcohol o comer tarde por la noche no son buenos para la salud, y pueden ser responsables de algunos problemas digestivos.
Fumar aumenta las posibilidades de tener reflujo ácido. El alcohol puede provocar acidez, reflujo ácido y úlceras de estómago. Comer tarde por la noche y luego acostarse a dormir puede provocar acidez de estómago e indigestión. Es mejor esperar unas horas antes de irse a la cama, para que la comida tenga tiempo de pasar del estómago al intestino.
10. Incorporar nutrientes que apoyan el intestino
Ciertos nutrientes pueden ayudar a mantener su tracto digestivo.
Los probióticos son bacterias beneficiosas que pueden mejorar la salud digestiva cuando se toman como suplementos. Estas bacterias saludables ayudan en la digestión porque descomponen las fibras no digeribles que de otro modo pueden causar gases, hinchazón, estreñimiento y diarrea.
Los probióticos se encuentran en alimentos fermentados como chucrut, kimchi y miso, así como en yogures que tienen cultivos vivos y activos, pero también están disponibles en forma de cápsulas.
La glutamina es un aminoácido que favorece la salud intestinal. Se ha demostrado que reduce la permeabilidad del intestino. Se encuentra en el pavo, soja, huevos y almendras. La glutamina también se puede tomar en forma de suplemento.
El zinc es un mineral fundamental para un intestino sano. Es beneficioso para tratar la diarrea, la colitis, el intestino permeable y otros problemas digestivos. Los alimentos con alto contenido de zinc incluyen mariscos, carne de res y semillas de girasol, aunque como los anteriores, también pueden tomarse en formato de suplemento nutricional.
Hemos visto algunos puntos importantes para cuidar nuestra digestión.
RINGANA, siempre pensando en nuestro bienestar, también apuesta por productos que favorecen nuestra digestión. En el próximo artículo os hablaré de ellos y de como están relacionados con todos estos puntos que hemos visto hoy.
Espero que esta entrada haya sido de vuestro interés y agradezco vuestros comentarios.