Se acerca el verano y como cada año a much@s de nosotr@s nos gustaría adelgazar. Pero también sabemos que esto requiere esfuerzo y constancia.
Si tomamos la decisión de hacerlo, creo que es muy importante conocer cómo funciona nuestro organismo.
Hoy en día existen profesionales como nutricionistas o médicos endocrinos, y miles de productos para adelgazar. Pero la obesidad va a más, así que algo no debemos estar haciendo muy bien.
Las tendencias que existen en el campo del adelgazamiento las podríamos resumir en 2:
- Teoría CICO (calorías in – calorías out). Es lo que nos llevan contando en estas últimas décadas, y que parece de sentido común: engordas porqué comes más de lo que gastas. Menos plato y más zapato…
- Teoría hormonal. No engordamos por comer mucho o poco sino por comer mal. Y una de las hormonas protagonistas aquí es la insulina: a más insulina que libere nuestro páncreas mayor será la capacidad de nuestro organismo para almacenar grasa.
La teoría CICO se está desmontando poco a poco. Si el comer menos nos adelgazara, prácticamente no habría obesos y resulta que cada vez hay más.
Mucha gente cree y parece de sentido común que si se mueve más y come menos, adelgazará. Pero es que esto no va de calorías.
Si en lugar de correr 5 km corro 7 km y además como menos, será una excelente forma de enfermar rápido. Y es que el cuerpo se mueve por homeostasis (equilibrio). Si como más, mi cuerpo quema más. Si como menos, mi cuerpo quema menos. Así que si decido comer menos, lo único que hago es que mi metabolismo sea cada vez más bajo. De ahí salen patologías como la tumba metabólica, el hipotiroidismo o el hipertiroidismo.
Y es que el cuerpo no quiere comer poco. Si comemos poco, se activan unos procesos que derivarán a un estrés, a una ansiedad por comer… y en definitiva a unos cambios hormonales que no nos beneficiarán en absoluto.
Y de ahí sale la otra gran teoría hormonal. Muchas de las dietas que se han puesto de moda en los últimos tiempos, se basan en tener controlada la insulina. Si la tenemos controlada no engordaremos (aunque no hagamos deporte). ¿Y qué es lo que nos dispara la insulina? Por orden:
- Bollería, alcohol, fritos.
- Harinas: pasta, pan, cereales.
- Almidones como la patata o el arroz
Las harinas nos disparan el azúcar en sangre y con ella, la insulina. Pero esta subida va seguida de una bajada fuerte en pocos minutos, con lo cual volvemos a sentir hambre y ansiedad por comer. Por eso hay gente que necesita comer 5, 6 o hasta 7 veces al día. ¿Por qué el cuerpo nos pide constantemente comida, cuando tenemos en nuestro cuerpo una alta reserva de grasas para quemar? ¿No tiene mucha lógica verdad?
Si vamos dejando de lado las harinas y azúcares y sobre todo vamos aumentando la ingesta de grasas buenas (aguacates, aceite de oliva, coco, aceite de coco, mantequilla, frutos secos, animales de calidad), veremos cómo nuestro cuerpo empieza a quemar la grasa que almacenamos y nos sobra, y además irá más saciado y nos pedirá comer menos veces al día.