Está claro que el año 2020 está siendo muy diferente a todos los que hemos vivido con anterioridad, y es que el virus SARS-CoV-2 ha cambiado nuestra manera de hacer, de pensar, de pasar las horas, y de conocernos más a nosotros mismos.
Tres meses de confinamiento han repercutido mucho en los hábitos de la mayoría de la población. Muchos de nosotros hemos hecho pan, hemos pasado horas con nuestros hijos, y hemos aprendido a hacer videoconferencias. Y es de este último punto del que me gustaría hablar un poco más profundamente, porque es importante que conozcamos los problemas que pueden ocasionar a nuestra piel las pantallas de los dispositivos que cada día utilizamos más.
Durante estos meses hemos aumentado mucho nuestro tiempo delante de una pantalla, ya sea por el uso del teléfono móvil, por el teletrabajo, por realizar compras online, por ver series o películas de televisión o por conectarnos con la familia o amigos mediante algún programa de videoconferencia.
En el anterior post os comentaba todos aquellos problemas que nos podía dar la radiación solar y cuál era el protector ideal. Ahora, por desgracia, tenemos que sumar otro tipo de radiación. La HEV (High Energy Visible), también llamada luz azul.
La radiación HEV proviene principalmente del sol, aunque el mayor problema viene porque también la emiten todas las pantallas de nuestros dispositivos electrónicos, y su uso frecuente repercute negativamente en nuestra piel.
Es un tipo de radiación que se encuentra entre el espectro de los rayos UVA y la radiación visible (la que nos permite ver las cosas).
El daño que produce la radiación HEV es muy parecido al de los rayos UVA, es decir, manchas en la piel, envejecimiento, acné y arrugas. Y lo que es también muy importante, la luz azul puede provocar estrés oxidativo en las células de la piel.
A diferencia de la radiación UVA y UVB, que solo nos perjudica en horas de sol, la radiación HEV está presente incluso de noche. Si podemos ver sin necesidad de encender la luz, significa que hay radiación.
¿Cuáles son las recomendaciones para estar protegid@ de la luz azul?
Tal y como os expliqué en el post anterior, un buen protector solar que cubra los rayos UVA Y UVB, y que contenga buenos antioxidantes es una buena opción. De todas formas, lo más recomendable sobre todo en este año que nuestra piel no está tan preparada como en otros debido al confinamiento, son los complementos a base de cápsulas orales que ofrecen protección interna.
Como es de esperar, la empresa RINGANA tiene en cuenta todo aquello que puede perjudicar a nuestra piel, y dispone de productos que dan una solución eficaz, sostenible, fresca y vegana.
Para la radiación HEV o luz azul, RINGANA dispone de las CAPS protect, que son un verdadero escudo interior frente a diversos factores ambientales dañinos.
Y es que las CAPS protect nos protegen de la luz azul, pero también de la contaminación y del humo del tabaco, perjudiciales para nuestra piel.
Se componen de sustancias vegetales perfectamente seleccionadas que contribuyen a reducir la concentración de radicales de oxígeno en las células.
El cobre con “efecto antiluz azul” ayuda a las células a protegerse de estrés oxidativo y proporciona una pigmentación óptima de la piel y el cabello.
La L-tirosina constituye junto al cobre la base de la formación de melanina y proporciona un cutis de aspecto uniforme con la ayuda de flavonas, antocianinas y ácidos hidroxicinámicos de extracto de naranja sanguina.
La astaxantina de extracto de Haematococcus pluvialis así como la luteína y la zeaxantina de extracto de flor de tagetes nos protegen del “envejecimiento digital” y dan al cutis un aspecto fresco.
Conclusión
Vale la pena tener en cuenta que no solo el sol puede llegar a envejecer nuestra piel, sino que la luz azul también está presente y la tenemos todos en nuestra casa.
¡Protejámonos de ella!
Espero que este post os haya sido de utilidad, y agradeceré vuestros comentarios